6 abr 2019

Secuencias con GeoGebra... ¡y algo más!

Desde hace más de un año, con unas colegas, estamos escribiendo secuencias para trabajar contenidos de matemática según el Diseño Curricular de CABA. Algunas son con GeoGebra.
Todas ellas tienen la versión para el docente -con orientaciones didácticas- y la versión para el estudiante -solo con las actividades.
Compartimos los links para que puedan utilizarlas y difundirlas con sus colegas.
¡Muchas gracias!

Matemática


Matemática y Biología


Matemática, Formación Ética y Ciudadana, ESI y Geografía





19 abr 2013

Sobre el software libre y las grandes comunidades que trabajan con él. Caso particular: GeoGebra

En esta oportunidad quiero contarles una experiencia personal que nos surgió al grupo de capacitadores de matemática de Escuelas de Innovación, Conectar Igualdad, Anses.
 
Preparamos una actividad para hacer con GeoGebra y necesitábamos, para ello, personalizar la barra de herramientas. Es decir: dejar activas solo aquellas herramientas que eran de interés nuestro para resolver el problema planteado. Quedó bonita, ¡en verdad!
El problema surgió al abrir el archivo unos días después y, para mí sorpresa, detecté que existía un menú desplegable nuevo al abrir este software que permitía habilitar nuevamente la barra de herramientas clásica (versión 4.2.24.0 de GeoGebra, con fecha 11/3/2013). Esto era un problema porque rompía con la planificación de la actividad, necesitábamos solo dos o tres herramientas activas y no el menú completo. Al contarlo en nuestro equipo de trabajo, descubrimos que no había vuelta atrás. Nuestra única esperanza era ponernos en contacto con el equipo de desarrolladores de GeoGebra y transmitirles nuestra inquietud. Por supuesto que era incierta la respuesta. ¿Leerían nuestro mail? ¿Solucionarían algo que era sencillo? No lo sabíamos pero igual hicimos la prueba. Uno de los coordinadores escribió al soporte de GeoGebra y en quince días nos respondieron: asunto resuelto. A partir del lunes 15 de abril de 2013, tendrá una nueva versión de GeoGebra con la posibilidad de personalizar la barra de herramientas y que permanezca así.
 
No sé si puedo expresar con palabras la alegría del equipo al comprobar que esto es así: ¡problema resuelto! Ya está disponible la versión 4.2.31.0 de GeoGebra y pueden descargarla haciendo click aquí.
 
Situaciones como esta nos incentivan a plantear nuestras inquietudes en relación a las secuencias que pensamos con GeoGebra para el aula y, al mismo tiempo, pedir ayuda en caso de que la necesitemos. Hay un gran equipo de colaboradores tratando de quitar del camino cualquier piedra que pueda aparecer.
 
¡Anímense! Se puede trabajar en equipo desde cualquier lugar del mundo. A seguir pensando juntos :)

14 abr 2012

Iniciando el camino con GeoGebra

Con el equipo de Matemática de Escuelas de Innovación - Conectar Igualdad presentamos el trabajo "Iniciando el camino con GeoGebra" en la 1era Conferencia Latinoamericana de GeoGebra que tuvo lugar en Sao Pablo, Brasil, a fines del 2011.
En el siguiente link, pueden ver y descargar la ponencia. La misma fue publicada por el Instituto Sao Pablo de GeoGebra: http://revistas.pucsp.br/index.php/IGISP/article/view/8330
¡Qué lo disfruten!

9 nov 2011

En la 1era Conferencia Latinoamericana de GeoGebra

Escuelas de Innovación, proyecto de capacitación en servicio de Anses dentro del Programa Conectar Igualdad (Argentina), estará participando con su Equipo de Matemática 1 a 1 en la Primera Conferencia Latinoamericana de GeoGebra.

Nuestra experiencia podrá ser escuchada en el Auditorio Caio Prado el próximo martes 15 de noviembre de 2011 a las 15:45 hs.

Comparto el link de la Conferencia: http://www.pucsp.br/geogebrala/

Y el programa de la misma: http://www.pucsp.br/geogebrala/programa/cronograma.html

1 nov 2011

Usan la matemática para evaluar la prevención de epidemias

Un modelo original permite estudiar la dispersión del dengue y la fiebre amarilla
Por Gabriel Stekolschik


En 1871, los habitantes de la ciudad de Buenos Aires padecieron una epidemia de fiebre amarilla que ocasionó la muerte de alrededor del 8% de los porteños.
Los decesos habrían sido muchísimos menos si las autoridades sanitarias de la época no hubieran creído que la peste estaba relacionada con las aglomeraciones humanas. Porque esta falsa idea llevó a desalojar conventillos y a promover evacuaciones que diseminaron la enfermedad y empeoraron la situación.
"Hicimos una simulación de cómo evolucionó el foco inicial de aquella epidemia y, comparando con documentos de la época, nuestro modelo matemático reproduce fielmente la distribución espacial de la enfermedad y su mortalidad diaria a lo largo del tiempo", comenta el doctor Hernán Solari, investigador del Conicet en el Grupo de Estudios Básicos e Interdisciplinarios (GEBI) de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA. "Pero hay un segundo momento, cuando se disemina la epidemia, que nuestro modelo no pudo prever", completa.
Lo que las autoridades sanitarias de aquel entonces no podían saber y el modelo matemático de Solari no podía prever era el efecto de la movilidad humana sobre lo que se denomina "fuerza de la epidemia", un parámetro que refleja la cantidad de gente que se infecta diariamente durante un evento epidémico.
Ahora, un artículo publicado en la revista científica Physical Review E da cuenta de un modelo que incluye los desplazamientos humanos en sus ecuaciones y que es útil para simular una epidemia de fiebre amarilla o de dengue. "Nuestro modelo confirma que el movimiento de la gente es crucial en la propagación de estas enfermedades y permite explorar con cierto realismo políticas de prevención y combate", señala el doctor Claudio Dorso, investigador del Conicet en el GEBI, quien firma el trabajo junto con Marcelo Otero, Daniel Barmak y el propio Solari.
INSTRUMENTO INTEGRAL
En 1871 no se sabía que el responsable de la fiebre amarilla es un virus transmitido por la picadura del mosquito Aedes aegypti , insecto que también transmite el virus del dengue. Tampoco se sabía que el mosquito adquiere esos virus al picar a una persona infectada. En otras palabras, el hombre es un reservorio del virus y lo traslada de un lado a otro mucho más rápido que el mosquito.
Hasta ahora, los modelos que trataban de simular la diseminación de las enfermedades transmitidas por el Aedes aegypti sólo tomaban en cuenta la dinámica del mosquito. De hecho, un trabajo previo de estos investigadores logró predecir con mucha precisión las fechas de aparición y desaparición del insecto en la ciudad de Buenos Aires, así como el momento de máxima abundancia del mosquito. Pero ese modelo no permitía pronosticar cómo se propagaría una eventual epidemia.
Con datos de las redes de telefonía celular, que registran el desplazamiento de la gente mientras va pasando por distintas antenas, en Estados Unidos habían estudiado las particularidades del movimiento de las personas. "A partir de esos resultados, pudimos crear un modelo que describe la movilidad de las personas y, luego, integrarlo al modelo para mosquitos", explica Dorso.
Transformar en ecuaciones la complejidad del comportamiento humano no es tarea fácil. Sin embargo, Dorso relativiza: "Si uno hace un análisis estadístico, el movimiento que hacen los humanos es altamente repetitivo y, por lo tanto, bastante predecible".
En el mundo, existen modelos que analizan el efecto de la movilidad humana en la transmisión de patologías infecciosas que se transmiten de persona a persona, como la gripe. "Este es el primer modelo de enfermedades transmitidas por vectores que integra la conducta humana en sus ecuaciones", apuntan.
Según los investigadores, el nuevo modelo permite comprender la evolución de la epidemia de fiebre amarilla de 1871 y la circulación del dengue en Buenos Aires durante la epidemia de 2009. "Una de sus virtudes es que su eficiencia, que no sólo posibilita utilizarlo en una computadora personal sino también usarlo en mayor escala y abarcar poblaciones de millones de personas", destaca Solari.
Mientras intentan infructuosamente conseguir datos de todo el país acerca de cómo evolucionó la última epidemia de dengue -"son imprescindibles para perfeccionar el modelo", explican-, los investigadores se dedican a simular los efectos de diversas medidas de profilaxis y de prevención en diferentes momentos y condiciones de una epidemia.
"Planteando diferentes escenarios, buscamos responder infinidad de preguntas. Por ejemplo, cuál es el momento y lugar para realizar una fumigación, o si la gente debería quedarse en su casa durante un determinado lapso de tiempo, o si es útil aislar a los enfermos", ilustra Dorso.
Juegan con la computadora. Pero no es para sumar puntos en el Tetris, sino para analizar las mejores alternativas sanitarias para enfrentar la próxima epidemia.

Centro de Divulgación Científica de la Facultad de Ciencias Exactas, UBA
Fuente: La Nación, 1-11-2011

30 oct 2011

La matemática llega al teatro

El teatro Maipo, templo de la revista porteña, vivirá dentro de poco una función "fuera de serie": en lugar de vedettes, humoristas y plumas, bajo los focos de su escenario se presentarán... ¡problemas matemáticos!

Los animadores de este "show" inédito serán los celebrados Adrián Paenza y Manu Ginóbili. El primero, doctor en matemática, periodista, conductor de TV, escritor y divulgador de la ciencia; el segundo, uno de los basquetbolistas más destacados del mundo. Ambos tendrán a su cargo la presentación del sexto libro de Paenza, ¿Cómo, esto también es matemática? (Sudamericana). "Manu es uno de los que leen los problemas antes de que los publique -cuenta Paenza, en el bar El Caballito, de Barrio Norte-. Los discute conmigo, me cuenta si le salen, escanea los papelitos que escribe en los aviones... Entonces le dije: «Me gustaría que vinieras, pero no a que te sientes en la platea. Va a haber una hoja de problemas en cada butaca. En lugar de hablar, ayudame a resolverlos junto con el público». Creo que es un mensaje interesante que la sociedad vea que a un atleta de elite como él, que está entre los 20 mejores basquetbolistas del mundo, la matemática le da placer."

Conductor de Científicos Industria Argentina (que está por empezar su décima temporada y ganó cuatro premios Martín Fierro), de varios programas educativos (Alterados por Pi, Explora, Laboratorio de ideas y Matemática y sufragio, entre otros), y autor de la serie Matemática... ¿estás ahí? ( Episodios 1, 2, 3.14, 100 y 5, editorial Siglo XXI), que lleva vendidos más de un millón de ejemplares, Paenza ya batió todos los récords locales en materia de popularización de la "reina de las ciencias". Como dicen que aconsejaba Stephen Jobs, se atreve a "pensar diferente" y a concebirla como un juego apasionante.

"No quería una presentación como las usuales, en las que la gente que participa no leyó el libro y habla de mí como si me hubiera muerto -bromea-. Quiero que todos puedan ver que las personas que resuelven problemas [matemáticos] son como vos o como yo. Están al alcance de cualquiera. Sólo se trata de aprender a coexistir con la frustración de que algo no te salga y seguir intentando. ¿No es entretenido poder pensarlos, discutirlos y darse cuenta de que, aunque uno no los resuelva, puede abrir caminos que no sabía que existían?"

Pero más allá de lo lúdico, también la considera un entrenamiento insoslayable para tomar decisiones informadas en todos los ámbitos de la actividad humana. "Te voy a dar un ejemplo -propone-: suponé que estamos jugando 50 pesos cada uno y tenemos que tirar una moneda siete veces para ver quién gana. El que acierta cuatro se lleva el pozo. Cuando estamos tres a dos, se corta la luz. No podemos jugar más y yo digo: «Llevate tus cincuenta pesos, yo me llevo los míos y seguimos jugando mañana». Entonces vos me decís: «No, yo estaba ganando tres a dos, así que yo me llevo 60 y vos llevate 40». Entonces viene un amigo, y te dice: «No, no, a vos te falta un acierto para llevarte todo, y él tiene que ganar dos... En realidad tendrías que llevarte dos terceras partes y él, una». Entonces aparece tu abogado, y te dice: «No, eso tampoco te conviene. Vos con un acierto te llevabas el 100% y si perdés, todavía te quedan cincuenta... Llevate 75». Bueno, la matemática no te dice cuál es la decisión correcta, pero te educa para saber cuáles son las opciones. Te permite pensar y decidir mejor. Después, elegí la que quieras."

EN LA VIDRIERA

Muy lejos de quienes creen que se usa sólo cuando uno va a clases... de matemática, Paenza se complace señalando la miríada de campos del conocimiento en los que cumple un rol protagónico: "El genoma humano hubiera sido indescifrable sin la ayuda de programas de computación especiales. ¿Cuánto es lo máximo que podemos tolerar que camine una persona para ir a votar? ¿Diez cuadras? ¿Quince? ¿Dos kilómetros? ¿Podemos englobar a toda la población con círculos de dos kilómetros? Es un problema fascinante -exclama-. ¿Cómo hacemos para ordenar el tránsito? Para diseñar el camino más corto de un viajante de comercio que debe recorrer sólo diez ciudades sin pasar dos veces por la misma existen ¡3.628.800 rutas posibles! (A propósito, ése es un problema aparentemente simple, pero que apasiona a los matemáticos desde hace siglos.) Parece poco práctico, pero si uno tiene que programar un robot que marca los circuitos de un microchip, también tiene que resolverlo..."

Dotado de una brillantez inusualmente precoz que le permitió ingresar en la escuela primaria directamente en primero superior, al Colegio Nacional de Buenos Aires, a los nueve años ("Tuve que pedirles a mis padres que me dejaran usar pantalón largo porque me daba pudor", recuerda), y a la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA, donde comenzó la carrera de química antes de "sorprenderse" con la lógica, a los catorce, atribuye semejantes proezas que hoy considera "irrelevantes" simplemente a que nació "en un hogar en el que teníamos de todo en el menú".

"Yo jugaba al fútbol, pero los domingos mi viejo se sentaba conmigo y me hablaba de la tabla de logaritmos, aunque no sé si él los entendía muy bien -dice-. Hoy, lo que la gente percibe y rechaza de la matemática, yo también lo rechazaría. Es aburrido que a uno le den respuestas a preguntas que no se hizo. Ningún chico se despierta a la mañana, mira el techo, y piensa: «Mirá los ángulos esos. Parece que son opuestos por el vértice». En cambio, si uno le muestra cómo puede encriptar un mensaje o cómo darle efecto a la pelota para evadir una barrera..."

Al contrario de lo que parecen indicar las pruebas de ingreso, para Paenza nadie carece totalmente de talento matemático: "Todo el mundo alguna vez dibujó, pero algunos descubren que quieren dedicar su vida a eso. Yo tengo oído absoluto. Cuando tenía diez años, tocaba el piano por radio. Hasta que un día Antonio De Raco les dijo a mis viejos que seguiría dándome clase sólo si me dedicaba a practicar doce horas por día. Yo no lo hice, pero otros lo hacen. Digámoslo así: primero hay que poner a la matemática en la vidriera. Porque si te presentan algo con telarañas y moscas, no querés ni mirarlo. Pongámosla en la marquesina de la misma manera en que presentamos la filosofía, la historia, la literatura...".

Mientras prepara un nuevo programa (¡otro!) que se llamará Los grandes temas de la matemática, y una charla en la Facultad de Derecho, donde hablará sobre la matemática y el derecho, confiesa que se sentiría satisfecho con que su nueva obra ofrezca a los lectores, "aunque sea una historia que les resulte interesante".

El libro se presenta el 9 de noviembre, a las 19:30 hs, con entrada libre y gratuita. Y ya está disponible en versión pdf, en la dirección electrónica http://cms.dm.uba.ar/material/paenza/libro6.

EL OTRO PARTIDO DE MANU GINÓBILI

"Me gustan mucho la matemática, la ciencia, la tecnología -dice Manu Ginóbili-. Le conté [a Adrián Paenza] lo que viví con sus dos primeros libros y de a poquito me fue mandando problemas. Me dice «estoy por publicar éste», o «éste va a entrar en el próximo libro", y yo me pongo a hacerlos. No opino si están bien o mal redactados. Le comento cuál me apasiona y cuál me aburre. Empecé con dos, tres, cuatro. y de a poquito me transformé en algo así como un «beta tester», por decirlo de algún modo. Me apasiona lo que hace, le tengo un enorme respeto y me encanta colaborar con su cruzada por la ciencia."

Fuente: La Nación, 25/10/2011